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Si en verano, con el calor, dormir no resulta fácil, el embarazo aún complica más las cosas, porque el aumento del volumen de la barriga y su peso hacen muy difícil encontrar la postura. Por suerte, los problemas no suelen aparecer hasta los últimos meses, por lo que tenemos un cierto margen de tiempo para ir asimilando los cambios físicos que comporta el embarazo e ir probando nuevas posiciones.
De todos modos, no existe una postura ideal para dormir. Cada persona adopta la que le resulta más cómoda. Además, aunque te coloques en una posición determinada, el cuerpo se mueve durante la noche y no podemos controlarlo, por lo que hay que confiar en que él mismo sabrá encontrar la más adecuada. Aun así, no está de más poner en práctica algunos trucos que nos ayuden a descansar mejor durante el embarazo.
¿Preparada? Pues ¡toma nota!
1 . Dormir sobre el costado izquierdo es la postura más recomendable durante el embarazo, ya que favorece el aporte de sangre hacia la placenta y, por tanto, de oxígeno y nutrientes para el bebé. También facilita la digestión, evitando el reflujo, frecuente en el último trimestre del embarazo
2 . En cambio, dormir de espaldas o boca arriba no se aconseja, ya que en esta posición la matriz presiona sobre la vena cava inferior, lo que dificulta la circulación de retorno. Pero si te despiertas en esta postura, ¡tranquila! Recuerda que el cuerpo siempre adopta la posición que le resulta más cómoda, por lo que si duermes bien y no tienes otros problemas, no te preocupes.
3 . ¿Es recomendable elevar los pies? Sí, pero no en la cama. Si tienes tendencia a sufrir edemas o hinchazón en piernas y tobillos procura no estar mucho rato quieta o de pie durante el día y pon los pies en alto siempre que puedas, pero para dormir es mejor que todo el cuerpo repose a la misma altura.
4 . La almohada: ni muy alta ni muy baja. Lo ideal es que las cervicales estén apoyadas pero que la barbilla quede recta, en posición neutra, ni inclinada hacia arriba ni hacia abajo.
5 . Para prevenir la sensación de congestión y favorecer la respiración puedes colocar otra almohada o un cojín más grueso para enderezar ligeramente la espalda o levantar un poco la parte superior de la cama, si tienes una cama que lo permita.
6 . El colchón, firme. Que no tengas la sensación de que te hundes, pero tampoco que te resulte duro, para que no te provoque dolor de espalda o lumbar, que durante el embarazo es más frecuente por la sobrecarga de peso y el aumento del volumen de la barriga, que hace que se desplace nuestro centro de gravedad.
7 . Conviértete en “la reina de cojines”. Puede que te parezcan solo decorativos, pero créeme, son una pieza clave para cualquier embarazada, ya que ayudan a descargar el peso y mejorar la posición corporal durante el descanso. Ves a una tienda que te permita probarlos y, no lo dudes, elige varios de diferentes tamaños y grosor: un par que sean anchos y mullidos para apoyar la espalda e incorporar un poco el tronco, otro blandito pero firme para colocarlo entre las dos piernas (evita que el peso de una pierna caiga sobre la otra, ayuda a mantener la espalda recta y a no forzar la curvatura lumbar), uno más fino para apoyar la barriga y evitar que cuelgue cuando nos colocamos de costado… En fin, una vez que los hayas probado ¡no podrás separarte de ellos!
Para evitar la sobrecarga lumbar y no arquear la espalda: es recomendable adoptar la postura de Sims o inglesa. Consiste en tumbarse de costado (lado izquierdo), con la espalda recta y la pierna derecha flexionada, apoyada sobre un cojín y ligeramente levantada hacia el pecho (en un ángulo inferior a 90o respecto a este). La pierna izquierda puede quedar extendida o flexionada también, pero en una posición inferior a la derecha. Esta postura relaja la espalda y, aunque aquí no es frecuente, se utiliza en algunos hospitales de Francia e Inglaterra para facilitar el parto.
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